Estrategias para leer para un examen
Estrategias para leer para un examen. Puede que leer para un examen no sea divertido, pero hacerlo es importante. A lo largo de la universidad, la lectura en los exámenes será una parte importante del proceso para acreditar tus materias. Entender cómo leer para estudiar eficazmente es la clave del éxito académico.
La lectura es un aspecto fundamental del trabajo académico. Es probable que sea la principal forma de recabar información sobre la disciplina que se estudia y es una habilidad muy valiosa que hay que potenciar y desarrollar en la preparatoria y universidad. Una de las vías para desarrollar la capacidad de pensar y describir el mundo en términos de un determinado enfoque es la lectura.
La lectura proporcionará una comprensión de la disciplina académica que se está estudiando. En última instancia, será una de las llaves que te abrirá la puerta hacia una carrera como gerente de alguna empresa, ejercer como psicólogo, ingeniero, químico, profesor, científico, etc. Además de guiarte en tu curso, será una herramienta de aprendizaje inestimable en el mundo laboral. La lectura abre la posibilidad de acceder y comprender el pensamiento de todas las personas que han desarrollado modelos y teorías o que han escrito sobre una determinada disciplina.
Leer para estudiar; estrategias para leer para un examen
La lectura no es un proceso único, es una serie de procesos. Así, aunque seas un lector fluido, en el sentido de que puedes descodificar rápida y fácilmente las marcas de las letras y acceder rápidamente al significado de las palabras, eso no significa que seas un lector hábil de textos informativos para el estudio.
Leer «activamente» implica:
- Pensar en lo que se está leyendo.
- Hacerse preguntas al respecto.
- Intentar relacionarlo con información que ya conoces.
Lo bien que lo hagas depende en parte de tu comprensión del tema. Así, puedes ser un buen lector de textos de filosofía, pero estar completamente perdido cuando te enfrentas a un texto de física. Tampoco es sólo una cuestión de conocimiento del contenido. La forma de llevar a cabo la lectura activa también depende en parte de la materia sobre la que se lee.
La lectura de textos científicos, por ejemplo, es muy diferente a la de un texto de historia; ambas requieren un enfoque diferente (diversas habilidades) en comparación con la lectura de un texto de economía. Y leer en un idioma extranjero es, por supuesto, también diferente.
Por lo tanto, la mejora de la capacidad de lectura no consiste simplemente en mejorar la velocidad de la lectura en sí misma, sino también en:
- Reconocer los diferentes procesos que intervienen en la lectura, para poder determinar con precisión el origen de tus dificultades de comprensión (por ejemplo, puede tratarse simplemente de un problema de jerga, es decir, de desconocimiento del vocabulario especializado utilizado).
- Aumentar su conocimiento y comprensión del tema.
- Mejorar su capacidad de tomar notas, para saber cuál es la mejor manera de abordar los distintos tipos de texto y organizar la información para una mejor comprensión.
Volumen de lectura; Estrategias para leer para un examen
Te guste o no, verás que se te pide que leas una enorme cantidad de material durante tu estancia en la Universidad.
Además, a menudo tendrás la difícil tarea de determinar por ti mismo qué partes de este material son más relevantes para la tarea o el área temática en la que estás trabajando y cuáles no.
Para entender cualquier texto, se tiene que estar preparado para adoptar una serie de estrategias de lectura diferentes. No existe una fórmula para convertirse en un lector más rápido y selectivo. Sin embargo, hay una serie de técnicas que puedes practicar.
Con el tiempo, dichas técnicas ayudarán a aumentar tanto la velocidad como la calidad de tu lectura. ¿Tengo que leerlo todo?
A veces la respuesta será afirmativa. Algunas lecturas son obligatorias para las clases o los trabajos del curso. Si este es el caso, es probable que tengas que leerlo todo con atención y concentración. También puedes considerar la posibilidad de tomar notas.
Sin embargo, la mayor parte de las lecturas que realices como parte de tu trabajo de curso no requerirán que leas cada texto de principio a fin.
En cambio, la lectura académica suele ser un proceso estratégico de escanear, hojear y seleccionar los textos y partes de textos prioritarios para profundizar en ellos.
Antes de leer; estrategias para leer para un examen
Antes de comenzar la lectura, se deben desarrollar objetivos claros y planes detallados para su lectura, y se trabaje duro para mantener estos esfuerzos.
Por ejemplo, escudriñar un capítulo para determinar su estructura, planificar para marcar el texto en busca de temas principales y categorías repetibles, y luego preguntar, predecir, elaborar y resumir. Si te imaginas a ti mismo estableciendo y siguiendo un plan de lectura, esfuérzate para llevarlo a cabo. Prepárate para leer activamente con un esfuerzo sostenido.
Examina el capítulo antes de empezar a leer. Determina la estructura del texto analizando su estructura organizativa (jerarquía, secuencia, matriz) y los ingredientes de esa estructura (temas, estructura, índice, títulos, resúmenes y representaciones).
Centra tu atención anotando el material destacado, los objetivos y las preguntas del texto. El material que aparece en negrita o cursiva indica información nueva o importante (como las frases en negrita de esta sección). Los objetivos suelen aparecer al principio del capítulo y al anotarlos, puede utilizarlos para guiar su atención mientras lee.
Las preguntas, que suelen ser más específicas que los objetivos, pueden aparecer al principio, en medio o al final del capítulo, pero también centran su atención en los puntos principales del material.
Tanto los objetivos como las preguntas pueden servir como puntos de partida para preguntas adicionales y «pruebas» para que usted determine su comprensión del material.
El siguiente paso en la prelectura es desarrollar un anclaje. Utilizando las técnicas de prelectura anteriores, puede determinar el contenido de los capítulos y luego conectar la información con los conocimientos previos.
El último paso en la preparación de la lectura es presupuestar el tiempo y el esfuerzo. Puedes predecir la cantidad de tiempo que necesitarás para leer el material teniendo en cuenta el número de páginas, la densidad, la dificultad del texto y el número de gráficos.
El material que contenga mucha información en poco espacio requerirá más tiempo de lectura, por lo que se debe estimar la cantidad de tiempo necesario y en consecuencia establecer los objetivos.
Durante la lectura
La lectura eficaz requiere la participación activa del lector, no sólo el escaneo de las palabras con la esperanza de que la información se asimile.
Mientras lees, es importante señalar lo que se ve importante y practicar estrategias de comprensión como marcar el texto o realizar preguntas sobre el contenido. Algunas de las mejores estrategias de comprensión son:
- Plantear preguntas.
- Hacer predicciones.
- Organizar las ideas.
- Crear resúmenes.
- Generar colaboraciones con otros compañeros.
Es vital tener las habilidades necesarias al leer previo a un examen. Si no se lee de forma correcta, la información no se retiene ni se entiende, lo que significa que leer los libros de texto ha resultado en un esfuerzo malgastado y tiempo perdido. Al leer apropiadamente a la hora de estudiar se mejora la eficiencia y se puede sacar una mejor calificación en los exámenes.
Seguir estos consejos te puede ayudar a sacar el máximo provecho de la lectura y la comprensión para así tener un resultado exitoso en la resolución de tus exámenes.