Estrategias inteligentes para prepararte para un examen
Estrategias inteligentes para prepararte para un examen. Las personas que estudian sin un plan para los exámenes acaban mal preparados, demasiado cansados y con malas calificaciones. Hay una gran diferencia entre estudiar mucho y estudiar con inteligencia.
Estudiar mucho lleva mucho más tiempo y es estresante. Por otro lado, estudiar de forma inteligente reduce el estrés, es eficiente y produce resultados óptimos.
Limitarse a leer y releer los textos o los apuntes no es comprometerse activamente con el material. Es simplemente acariciar la superficie. Cuando solo lees de forma mecánica para el examen sin entender lo que se está leyendo no se está estudiand, por consiguiente, la universidad del Norte te brinda una serie de pasos para que puedas mejorar tu aprendizaje.
Métodos de estudio inteligentes
Estudiar de forma inteligente es, en realidad, organizar la información que estudias de forma que sea mucho más fácil de recordar.
Esto te ahorrará tiempo y capacidad cerebral mientras preparas los exámenes.
Puedes utilizar métodos como la creación de mnemotecnias y fórmulas para recordar la información, o ser creativo y utilizar tus cinco sentidos para ayudarte a aprender mejor.
Asociación imagen-palabra; prepararte para un examen
Esta herramienta de memorización se basa en la creación de un vínculo visual con una palabra o un concepto asociándolo con una imagen.
Relacionar un término desconocido con una imagen conocida puede ayudar a recordarlo más fácilmente.
Acrónimos y dispositivos mnemotécnicos
Un acrónimo es una combinación de letras que puede utilizarse para ayudarte a memorizar un término o concepto.
Tienes la opción de combinar la primera letra de cada palabra de un término o idea compuesta para deletrear una palabra que sea fácil de recordar.
Para recordar el orden de los elementos de una serie, algunas personas crean refranes que comienzan con la primera letra de cada elemento de esa serie.
Puedes idear formas personales y creativas de utilizar dispositivos mnemotécnicos para estudiar para un examen. Crea algo que sea útil y fácil de recordar para ti.
Analogía; prepararte para un examen
¿Qué es una analogía? Es la comparación de dos o más cosas. Se pueden utilizar las analogías para comparar y contrastar términos o ideas específicas. Hay varios tipos de analogías, entre las que se incluyen las “partes de un todo”, como la de una pila con una linterna y la de un teclado con un ordenador.
También son comunes las analogías de causa y efecto, como la de fumar con el cáncer o la de hacer ejercicio con la pérdida de peso.
Aunque se pueden crear analogías propias, una de las claves para estudiar de forma más inteligente es reconocer las analogías que ya están en el contenido que estás estudiando. Con la práctica, el estudiante se volverá más hábil para reconocer patrones y analogías que te ayuden a digerir el material del curso.
Saber dónde tomar pausas es importante
Una de las estrategias de aprendizaje más efectivas es la «práctica distribuida», es decir, espaciar el estudio en varios periodos cortos de tiempo a lo largo de varios días y semanas. ¿Cual es la práctica más efectiva para estudiar de forma eficiente? Es trabajar un tiempo, no más de una hora, en cada materia cada día.
La cantidad total de tiempo dedicado al estudio será la misma, una vez que hayas terminado con la materia, que dedicar una o dos sesiones muy largas y altamente cansadas. Aprenderás la información con mayor profundidad. Además, se podrá retener el contenido de forma más completa a largo plazo. Esto es una pieza clave que ayudará a sacar una calificación sobresaliente en el examen final.
Lo importante es cómo se usa el tiempo de estudio, no cuánto tiempo se estudia. Cuando son muy largas, las sesiones de estudio pueden conducir a la falta de concentración. Por lo tanto, las sesiones de estudio largas llevan a la falta de aprendizaje y retención.
Las pausas son importantes; prepararte para un examen
Para saber cómo distribuir el estudio en periodos cortos de tiempo, lo que se logra a lo largo de varios días o semanas dependiendo de la materia, se necesita controlar el horario. Para esto se puede llevar una lista de tareas para completar a diario.
De esta forma se podrán incluir sesiones de estudio activas y regulares para cada materia. Se puede intentar hacer algo para cada clase cada día.
Se debe ser específico y realista en cuanto al tiempo que se piensa dedicar a cada tarea: no se deben tener más tareas en la lista de las que se puedan completar razonablemente durante el día.
Por ejemplo, puedes hacer unos cuantos problemas al día en matemáticas en lugar de hacerlos toda la hora antes de la clase. En historia, puedes dedicar entre 15 y 20 minutos al día a estudiar activamente tus apuntes de clase.
Así, tu tiempo de estudio puede seguir siendo de la misma duración, pero en lugar de prepararte sólo para una clase, te estarás preparando para todas tus clases en tramos cortos. Esto te ayudará a concentrarte, a estar al tanto de tu trabajo y a retener la información.
Además de aprender el material más profundamente, espaciar el trabajo ayuda a evitar la procrastinación. En lugar de tener que enfrentarse al temido proyecto durante cuatro horas el lunes, puedes dedicarte durante 30 minutos cada día.
El tiempo más corto y constante para trabajar en dicha asignación es más aceptable y es menos probable que se retrase hasta el último minuto.
Por último, si tienes que memorizar material para la clase (nombres, fechas, fórmulas), es mejor hacer tarjetas de memoria para este material y repasar periódicamente a lo largo del día en lugar de una larga sesión de memorización.
¿Qué significa estudiar de forma inteligente?
Sea cual sea la forma en que estudies de forma natural, te ahorrarás mucho tiempo si te sumerges en un estilo de aprendizaje concreto y en un plan establecido para tu tiempo de estudio.
Estudiar de forma más inteligente, no más dura, significa que no tienes que esclavizarte con tu trabajo para que sea bueno. Recuerda que cada persona trabaja de forma diferente.
¿Eres madrugador o noctámbulo? No te sientas presionado a trabajar de 9 a 5 si no trabajas tan bien a ciertas horas. Pero sé sincero contigo mismo y con tu productividad.
Es importante reconocer que las pequeñas cosas, como hacer descansos, no son malas y harán que tu rutina sea mucho más sostenible. Puede encontrar el equilibrio utilizando estos consejos para reducir el tiempo de estudio y utilizar el resto para probar una nueva actividad que te ayudará a recuperarte y a prepararte mejor para el examen.
¿Quieres preparate para los exámenes?
Estos son los mejores trucos que puedes poner en práctica desde ahora para aprobar tus examenes.
Si no sabías cómo preparate para los exámenes, ya no tienes excusas para lograrlo.
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