
Por más que anotes todos los apuntes, pases horas estudiando y domines una materia; cuando llega el día del examen y antes de saber cómo te fue, es casi imposible no sentir estrés. De hecho, el estrés puede causar que se te olvide lo ya estudiado o te quedes en blanco y no puedas responder las preguntas que ya habías aprendido horas o días antes.